Relax, que falta me hacia.

Bueno, hasta dentro de unos dias tengo poco que contar, esta semana de relax para asimilar y descansar de todo el trabajo que llevo y enseguida a calentar motores para la competición.

Por lo que veo la web ha tenido aceptacion ya que ya llevo mas de 250 visitas en el tercer dia.

Cuando comience el calendario, pondre cosas a diario para quien quiera seguirme de cerca.

Os dejo con un escrito que hice un dia sin mucho que hacer. Espero que os guste, se que no esta muy trabajado y que muchos de los sentimientos y sucesos de la carrera los paso por alto, pero es un simple texto escolar.



La carrera.

Cuando estas llegando y empiezas a ver el ambiente, la tensión comienza a aflorar, ves las carpas, los coches, las bicicletas, empiezas a ver algún que otro rival, bajas, te inscribes y ya descargas los bártulos, la bici, te cambias y al ruedo chaval.
Le das la típica vuelta al circuito y ya tropiezas con los compañeros, los típicos saludos, suerte…
Llegas de nuevo a meta ya dada la vuelta de reconocimiento y ves que tan solo quedan diez minutos para la salida, la tensión es evidente, ya esta todo listo, lo que había o no que entrenar, hecho esta, ya nada vale, solo dar lo que llevas dentro y demostrar quien eres.
Los diez minutos han pasado y los jueces comienza a llamar a la gente, los típicos agolpamientos, choques, dejadme que yo voy delante, que si yo salgo antes y demás.
Sale la gente de las categorías superiores y ya solo queda la tuya, y comienza la cuenta atrás, ahora si que hay nervios algún que otro temblecón, te intentas colocar lo mejor posible ya nada de fuera te afecta estas totalmente concentrado, todo lo anterior, nada vale ya solo vale lo que tienes y lo que has hecho hasta la carrera. Tienes al lado a tus mas temibles rivales, los miras con recelo diciendo, hoy te vas a enterar, ya piensas en darlo todo.
El juez comienza a decir sus palabras venga 30 segundos, el corazón se te sale de los nervios las pulsaciones suben terriblemente, la tensión es máxima, tres, dos, uno, ya, a partir de ahí todo cambia, sales lo mas rápido posible para coger posición y a darlo todo, las piernas te arden, pero eso ya no importa, solo importa hacerlo lo mejor posible, los rivales se te cuelan, tu intentas seguirlos, los mas fuertes comienzan a destacar y ya cada uno esta en su posición, llegas al temido repechón, las piernas te duelen, no puedes dar mas pedales, pero sigues y sigues dándolo todo, empieza a subir ese sabor a sangre que a tantos nos pasa, esos gemidos de dolor, esos ronquidos de respirar tan fuerte, y empiezas a pensar ¡joder! Quien me habrá mandado a mi a meterme en este mundo.
Esta terminando la carrera, solo queda una vuelta, y tu ya no puedes ni con la bici, todo te duele, pero sigues afanado, llevas al rival a poco y tienes que cogerlo, y de nuevo llegas al temido repecho, que tanto te ha hecho sufrir, pero el rival esta ahí, tienes la opción de aflojar y pasarlo a gusto o de coger al rival y pum, sigues hasta el limite, lo coges, los dos vais hechos trozos, y consigues pasarlo, las piernas no dan mas de si, te duele hasta el alma, ya ves la meta a lo lejos y sigues dándolo todo, te siguen ardiendo las piernas, pero si te rindes ahora de nada habrá servido el anterior esfuerzo, y por fin, todo a acabado llegas a meta mas a gusto que nada.
Sueltas un poco, te cambias y a esperar, y piensas joder tan mal lo he pasado y lo a gusto que ahora estoy, pero piensas ¿De verdad tanto sacrificio merece la pena? Cuando suena tu nombre para podium, todo se confirma y piensas ha valido todo el esfuerzo y aun habría dado mas que lo hubiera necesitado, has demostrado que eres un autentico campeón y por eso estas en lo mas alto del cajón. Y cuando bajas no piensas en celebrarlo, ya estas pensando en lo que te queda de entrenar esa semana o ese mes, para ganar la siguiente. Enhorabuena campeón.